Xevi Pons regresa al Mundial de rallys. Lo hace de la mano de Luis Moya y el equipo Nupel, encuadrado en la categoría Súper 2000, la segunda división de la especialidad y al volante de un Ford Fiesta.
¿Cómo afronta este retorno?
Con mucha ilusión, porque casi había perdido la esperanza de volver. Aunque seguía siendo mi objetivo, cada vez lo veía más difícil y, aunque en el Nacional me ha ido bien y he logrado triunfos, quería regresar.
¿Cuál es su objetivo?
Aunque nos hemos planteado este año de retorno como un rodaje para ya luchar por el título la próxima temporada, yo voy a intentarlo. Me gustaría luchar por el Mundial a pesar de que me falta rodaje y experiencia tras dos años sin correr a este nivel y de no conocer el coche, que sólo podré probar el lunes ya en México.
Y su gran rival es...
Pienso que Al Attiyah será el más fuerte. Ha logrado un título de Grupo N, el pasado año habría repetido de no ser por una exclusión... Además, ya vimos lo que le hizo correr a Sainz en el Dakar.
¿Qué tal con Luis Moya y el resto del equipo?
La verdad es que a Jorge Dorribo, el jefe de Nupel, habría que ponerle no un monumento, sino varios. Gracias a él y a Luis voy a volver al Mundial con un coche y equipo ganadores. Pero no sólo eso, también van a poner cuatro coches en el Nacional, la escuela Sin ellos los rallys en España estarían casi muertos. Tenemos que cuidarles.
